29 de abril de 2013

Películas chorras o con otras anomalías.

Los fines de semana de este mes, los he dedicado en gran parte a realizar uno de mis hobbies preferidos: Ver películas. 
No sé exactamente el número de ellas que he visto, porque mis maratones suelen ser interminables e ininterrumpidas. De cualquier modo, en este mes he visto películas malas, malas, o por otra parte, películas aburridísimas.
¿Y qué hago? Pues les dedico una entrada.
Y lo hago con un top five, porque siempre he tenido la ilusión de hacerlo.
(los trailers de las películas se pueden ver clickando los enlaces)

25 de abril de 2013

Pastelitos de manzana.

Soy mujer de poca fe  por lo que la primera vez que vi esta receta, dudé de ella y de su sabor. El titulo decía "Pastel de manzana" pero no vi el hojaldre por ningún lado y la crema tampoco, vamos, los ingredientes fundamentales por los que se conoce esta tarta.
Pues efectivamente, esto no es la receta para una tarta original de las buenas buenas, yo diría que es más bien una versión para llevar, la versión pastelito (de ahí el titulo). En ese momento decliné cualquier opción de hacerla, porque no había ganas y pensaba que sabría a rayos.
Pero una tarde de estas que dices "ay, quiero merendar algo pero no sé el qué" y vas a la nevera cuarenta veces, miras su contenido, la cierras sin coger nada, y a continuación repites el mismo procedimiento con la despensa. Pues en una de esas tardes justamente y en uno de mis viajes a la cocina, vi en el frutero una manzana, me acordé de esta receta y la gula me hizo decir... ¿Why not?
Así que esta es mi adaptación de la receta, es para una manzana, puesto que en la original se usan cuatro lo cual me pareció demasiado, sobretodo si es la primera vez que la pruebas. La cuestión es no derrochar. De cualquier modo dejo el link aquí de la receta en la que me basé.
Aviso que esta receta es para los fans de las manzanas, y de las torrijas, ahí lo dejo.

24 de abril de 2013

Nunca me abandones.

Pocas han sido las veces en las que he visto una película antes de leerme el libro en el que está basada, pero este es el caso que hoy ocupo. 
Corría el día de Sant Jordi de hace un par de años y yo estaba en el Fnac dispuesta a hacerme un auto-regalo, ojeando por las estanterías, encontré un libro llamado "Nunca me abandones" del autor Kazuo Ishiguro, después de leer la sinopsis me pareció una opción bastante interesante pero mi devoción por las obras de Jane Austen terminó por hacerme abandonar el libro sobre una sección llena de libros de Sherlock Holmes.
Un año o así después, desarrollé una sana obsesión por el actor Andrew Garfield y casualmente, entre su filmografía, figuraba el título del libro que abandoné en su día.
 Dado que por esa época me había propuesto ver todas y cada una de sus películas, una noche de pleno aburrimiento me la puse para ver qué tal y estaba, y qué gran decisión (con gran llorera post-film incluida)

Debo reconocer que si no sabes de qué va la trama, hasta mitad de película no te enteras muy bien de las cosas a las que se refieren, ni el por qué de sus actitudes, pero una vez se descubre el pastel y a medida que se acercan inevitablemente a un destino del que no pueden escapar, te encuentras sin darte cuenta metido hasta las trancas en la trama.

Como la historia de la película me impactó y se me hizo bastante corta, quise saber más y me decidí a leer el libro. 
Pondría mi propia sinopsis pero como tengo un grave caso de spoilitis aguda pues casi que para ahorrar desvelar cosas, copio y pego. 
A primera vista, los jóvenes que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier grupo de adolescentes. Practican deportes, tienen clases de arte y descubren el sexo, el amor y los juegos del poder. Hailsham es una mezcla de internado victoriano y de colegio para hijos de hippies de los años sesenta donde no dejan de repetirles que son muy especiales, que tienen una misión en el futuro, y se preocupan por su salud. Los jóvenes también saben que son estériles y que nunca tendrán hijos, de la misma manera que no tienen padres. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham, y también fueron un juvenil triángulo amoroso. Y ahora, Kathy se permite recordar Hailsham y cómo ella y sus amigos descubrieron poco a poco la verdad. Y el lector de esta novela, utopía gótica, irá descubriendo con Kathy que Hailsham es una representación donde los jóvenes actores no saben que sólo son el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.
No me equivocaba al pensar que el libro sería mucho mejor que la película. Este es uno de los libros que deja huella, que te deja pensativo. Me caló hondo, sobretodo en el aspecto de las relaciones personales. Es uno de esos libros que te mantiene con una sensación de desasosiego constante, puesto que la protagonista Kathy H, revela en las primeras páginas el futuro que espera a los niños que protagonizan el libro. 

Hay que tener cuidado porque engancha desde la primera página y nos mantiene pegados al destino de estos jóvenes, que tienen una leve esperanza de que por una vez, las reglas puedan cambiarse.
En mi opinión, es una de las novelas (de matices distópicos) más bonitas y a su vez inquietantes que haya podido leer. Me impresionó la manera en que los personajes, pese a ser conscientes de la injusticia del sentido de su creación, aceptan  su condición. Sin duda un descubrimiento que os dejará dándole vueltas al final una vez lo terminéis. 

21 de abril de 2013

Las tortitas definitivas.


Si hay algo por lo que deliro y que me lleva totalmente por el camino de la dulzura, son los postres, y por ello quería darles el privilegio de protagonizar el "primero" de los posts (nótense las comillas, ya que no es realmente el primero, contando la introducción claro).

Pues bien, hoy vamos a aprender a hacer tortitas, o pancakes, o hotcakes (aunque para ser sinceros no sé si existe diferencia entre ellas, y si la hay, ni idea de cuál es).
Ya sé, que esta no es la receta más complicada del mundo y también sé que existen tropecientas mil recetas en internet, de las cuales habré probado al menos, la mitad, dado que las tortitas me han acompañado (y empachado) desde que tengo uso de razón gracias a mi progenitora. 

Como decía, entre esa multitud de variantes nunca llegué a encontrar, ni conseguir, que las tortitas me quedaran como las que salen en las películas americanas. Si, esas doraditas, gorditas, de aspecto esponjoso y blandito, que absorben los siropes, mermeladas, chocolates, o potingues varios para aderezar y que por las caras de los actores debían de estar de puro vicio (aunque ya sé que los actores actúan, yo me imagino que lo piensan).
La búsqueda fue larga y costosa, pero al fin la encontré, corrijo, encontré varias convincentes que combiné y adapté, y esta es la receta (¡con fotos y todo!)

Desde cero.

Lo primero de todo, presentarme. Me llamo Sarai y este mi primerísimo blog. Siempre, pero desde siempre, he querido tener uno, pero cuando me ponía a ello, tal era la frustración que me entraba por no saber de qué hacerlo que directamente, pasaba a otra cosa. 
Pero, después de un sinfín de intentos e ideas, me dije: ¿Por qué dedicar un blog a una cosa cuando hay tantas en el mundo?
Y he aquí el resultado, un popurrí-mezclaillo de todo aquello que hace del mundo un lugar un poco más feliz, todo ello bajo mi punto de vista ya que soy la que escribe el blog, evidentemente.
En fin, dado que este es el post número cero, no me explayo más y sin más dilación me adentro en el mundo blogger (toda modernilla yo, oiga).
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