Galletas "Cookie dough"

¡Holaaaa!

Hoy traigo una receta que me ha sorprendido gratamente. Nunca había probado la masa de galletas, es decir, he hecho galletas antes pero nunca he sido de rebañar el bol de la masa. El caso es que buscando información, me he enterado de que la masa de galletas se ha vuelto tan famosa que se ha convertido en un postre en si. 
Hay de todo tipo, pero a mi siguen pirrandome las galletas con chips de chocolate horneadas, y por muy tentadora que resultara la receta de bolitas Cookie Dough de Alma, quería asegurarme antes de experimentar y por suerte me encontré con esta MAGNIFICA receta de Lidia, propietaria de "Salado no, ¡Gracias!", ella se basó en la receta de Alma y yo me he basado en su receta. 
Era justo lo que buscaba, aunque el proceso es un poco largo, os aseguro que valen la pena, están deliciosas (y no habla solo la glotona de mi interior).

Galletas "Cookie Dough" con chips. De 9 a 10 galletas.

• 55 gr. de azúcar blanco.
• 100 gr. de azúcar moreno. 
• 135 gr. de harina. 
• 115 gr. de mantequilla (a temperatura ambiente)
• 1 huevo. 
• 2 cucharadas de leche.
• 1 cucharadita de extracto de vainilla. 
• Chips de chocolate (al gusto)

Mezclamos la mantequilla con el azúcar blanco y el moreno hasta que esté bien integrado. A continuación añadimos el huevo y volvemos a mezclar. 

En un vasito, vertemos las dos cucharadas de leche y el extracto de vainilla para mezclarlo bien. Luego lo añadimos a la mezcla anterior. 

Agregamos la harina, poco a poco mientras la tamizamos para que no nos queden grumos. 

Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes queden bien integrados y obtengamos una mezcla homogénea. 

Por último añadimos las chips de chocolate. La cantidad varía al gusto de cada persona. 

Ahora cortamos un cuadrado mediano de papel para horno y vertemos la masa, hacemos una bola con la ayuda de una lengua de silicona y la metemos en el congelador durante 30 minutos para que se endurezca un poco. 

Cuando saquemos la masa del congelador, cogeremos otro trozo de papel de horno, con la masa iremos haciendo bolas que sean más o menos del mismo tamaño (dependiendo del tamaño de la bola, nos saldrán más o menos galletas, además el tiempo de cocción variará). Pondremos las bolitas en el papel y las volveremos a llevar al congelador, esta vez durante una hora. 

Unos veinte minutos antes de sacarlas, encenderemos el horno y lo pondremos a calentar a 180º, por arriba y por abajo. 

En cuanto pase la hora exacta, sacamos las bolas del congelador y las metemos directamente en el horno. 

Las dejaremos ahí de 10 a 15 minutos. Cuando hayan pasado los primeros diez minutos, podemos abrir el horno y empezar a comprobar si están hechas pinchando con un palito. Recomiendo estar pendiente de estas galletas, porque pueden quemarse fácilmente si nos despistamos. 

Cuando veamos que los bordes están dorados, y el centro de un color marrón claro, las sacaremos y pondremos directamente sobre una rejilla.

Estarán algo blandas así que tendremos que ir con cuidado, recomiendo pasarlas con el papel con el que las hemos horneados. Ahí las dejaremos hasta que se enfríen por completo y luego... ¡A disfrutar!

Aseguro que en cuanto las probéis os haréis fans. La espera es algo dura porque la cocina se inunda del olor a vainilla y chocolate, es algo desesperante pero el resultado de cookie crujiente pero blanda es pecati di cardinale, además el aroma perdura una vez sacadas del horno y deja un perfume muy dulce. 

Son perfectas para acompañar un buen vaso de leche fría, o batido de chocolate. Todo bien fresquito para estos días calurosos. 

¿Habéis probado alguna vez la masa de galletas cruda? ¿La habéis preparado en alguna receta? 

Yo no me he atrevido porque llevaba el huevo, pero la próxima (que la habrá) me animaré. 

Como siempre digo, espero que disfrutéis la receta, os animéis a prepararla y que os guste mucho, muchísisisimo. 

¡Un beso!